"Escogí tanto que me quede con lo peorcito" así le contó Celia a Pimpinela, una noche en un restaurante.
El hombre que escogió, con mucho dinero, bastante atractivo y con ganas de tener a su lado una bella Arquitecta.
Celia era una famosa arquitecta, que había obtenido la fama por el diseño de un lindo hotel.
El día de la inauguración del hotel se conocieron, el ya la había visto, porque su empresa se encargó de la construcción de la piscina.
Celia lo vio tan galante que le gusto, ya había pasado por varios pretendientes que le habían decepcionado rápidamente. Ella se daba el lujo de rechazarlos, porque siempre tenía alguien interesado. Uno demasiado alto, otro con un olor que no soportaba, otro no hablaba, otro hablaba mucho, otros muy pobre y bueno tuvo hasta un millonario que le puso su avión a disposición, también tenía un defecto no era lo guapo, que ella se imaginaba.
Así que Elio tenía todo, dinero, galante y guapo, Celia dijo que si de inmediato cuando la invito a comer, y no fue un comida normal, era a la luz de las velas en una playa, comida especialmente preparada por el Cheff del hotel y además era la comida favorita de Celia.
Eso le gusto, y después vinieron varios viajes, había rumores, que Elio se había separado recientemente por haber golpeado la esposa.
Ella nunca lo corroboro, solo cuando una amiga cercana se lo contó, lo enfrentó. El lo asumió, ella intentó dejarlo pero estaba embarazada, y ella deseaba eso justamente ser madre, casi más que ser Esposa.
Llego la niña y ella quería que su hija conociera su papa, Elio hizo de todo, para Celia volviera con el. Y ella volvió, con el, el la llevo a vivir a su casa, y allí se soportaban. Un día el desató su ira en ella, ni las gafas oscuras que usaba ocultaron la verdad. Y así muy triste tomó su hija y se perdió en la oscuridad de la noche con el mejor pretexto que encontró. Su vida pasó de ser una mujer ,exitosa a una emigrante sin papeles en otro país y embarazada.
Tuvo que dejar su vida, pero hoy tiene 2 hijas preciosas que llenan su mundo.
Decidió que la vida era más simple y que lo importante no era el dinero sino el amor más puro que conocía sus hijas, llenaban su vida y así decidió ser menos exigente y no escoger tanto.