El era un hombre solitario, herido por un amor, que solo pensaba en el dinero, y lo utilizo por 5 años, esa era su motivo para no creer en el amor.
Ella una mujer de hogar, con un lindo matrimonio por más de 15 años, que se desvaneció, cuando ella se dio cuenta que era ella quien lo mantenía literal de manera energética y de actitud.
Coincidieron por cosas del destino, un lindo restaurante los junto por primera vez, y ella de manera natural, le dijo ¿quieres que compartamos un plato?.
Eso le sorprendió a el, con está inicial manera de compartir.
Luego vinieron, más citas, que los hacia convertirse en adolescentes, descubriendo por una vez más el amor.
Los atardecer compartidos en silencio, formaron parte de su rutina, y las caricias, se dieron de forma natural.
Las noches en sus respectivas casas, se convirtieron en horas y horas de texteo, de mensajes, de aproximación y de más cercanía día a día, noche a noche.
La necesidad de compañía, y el volver a sentir ese calor al lado de la cama, que tanto habían extrañado, les devolvió el sueño.
El celular dejo de ser la compañía del insomnio, y paso a estar fuera de la habitación, para disfrutar hasta los ronquidos, porque a cierta edad, que ronques es una señal que estas vivo.
El volvió a su rutina, natural, y frecuento de nuevo sus amigos, y feliz les conto de su nuevo amor, ellos se asustaron, le recordaron su anterior relación y todo su sufrimiento, sus amigos preocupados, le alarmaron, el se aparto.
Ella no estaba dispuesta a estar quebrándose la cabeza, lo confronto y le dijo que si este iba a terminar ella quería estar enterada.
El sumido en el recuerdo de su anterior dolor, le pidió unos días, y le dijo que en el silencio de su soledad, iba a tomar decisiones.
Ella decidida y segura de si misma, dijo pues si no es con el, será con otro, pero mi vida la quiero continuar en pareja.
El la llamo y le dijo que había tomado una decisión, en el mismo restaurante donde coincidieron la primera vez, decidieron unir sus vidas, el le ofrecía una vida juntos, sin papeles, ver atardeceres juntos, y ser su compañía, en sus momentos de insomnio, eso si celular fuera de la habitación, para que no hubiera tentación de leerlo.
Ella indecisa, ya que quería volver a la seguridad del matrimonio, no le dio un si definitivo.
Pero dudo cuando el le dijo "De verdad, derrites mi corazón".